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TOMAN LAS RIENDAS DEL ADN DEL POROTO CHILENO

Proyecto liderado por: Basilio Carrasco

Investigadores estudiarán  compuestos bioactivos de variedades locales chilenas de phaseolus vulgaris l. y sus potenciales efectos en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles

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La comida cumple un rol no solamente alimenticio, históricamente ha permitido referirse a la cultura, a la identidad o a los valores sociales y económicos de una determinada nación. En ese sentido existen alimentos o preparaciones que intrínsecamente asociamos a distintas partes del mundo. Y pese a que se trata de una especie que se insertó en nuestro país, los porotos son un ejemplo de lo anterior, ya que sin duda es un producto que habla de nuestra cultura criolla; de ahí que incluso hayamos acuñado esa expresión tan típica: “más chileno que los porotos”, la que sin duda revelan la presencia histórica de esta especie en la agricultura, en nuestra mesa, en nuestro ADN.

 

El poroto (Phaseolus vulgaris L), es una de las proteínas vegetales de mayor consumo en el planeta y es cultivado en cerca de 150 países, pero sus orígenes han sido motivo de debate durante mucho tiempo, sin embargo, las conclusiones más relevantes, sitúan sus inicios en América. Las plantas silvestres y patrimonio genético del poroto (originarios de las regiones mesoamericana y andina) se distribuyen desde México, hasta Argentina y Chile.

 

Según algunos autores hay tres razas de poroto dentro del patrimonio genético andino:  Nueva Granada, Perú y Chile, que representan distintas adaptaciones ambientales. Y si bien hoy la colección nacional de porotos  contiene más de 1000 accesiones, hay 246 que representan la variabilidad genética de la colección y de ellas 117 accesiones corresponden a la raza Chile.

Ancla 1

La Región del Maule hasta el norte de la Región del Biobío concentran 85% de la superficie del cultivo del poroto.

EL POROTO Y LA SALUD

 

El consumo de este cultivo ancestral  se asocia con beneficios para la salud, y pese a que aun faltan estudios clínicos para probarlo, expertos indican que incide directamente en la presión arterial, en la reducción de la prevalencia de obesidad y síndrome metabólico, podría incluso reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, gracias a la fibra soluble que contiene; además sus altos niveles de antioxidantes lo posicionan como un importante alimento que ayuda a la prevención de enfermedades degenerativas, el envejecimiento prematuro, entre otros.

 

Sin duda un importante aporte a la dieta y a la salud, más aún si se considera la urgencia de adoptar estrategias para producir de manera eficiente alimentos más saludables- muchos de los cuales prevalecían en la dieta tradicional, como los porotos- por su aporte a la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles.

 

Sin embargo y pese a que históricamente este cultivo ha jugado un papel importante en nuestra cultura, en la economía agrícola, en la seguridad alimentaria en Chile y en la salud, durante las últimas cuatro décadas, ha habido una disminución significativa en el cultivo, producción y el consumo de esta especie en el país.

 

De hecho, un análisis comparativo del uso de la tierra entre 2017/2018 y 2018/2019 revela una reducción importante en el uso de la tierra en la región del Maule para la producción de porotos (ODEPA 2019, ODEPA, 2020).

INICIATIVA

Considerando todos los factores anteriores,  relacionados con la incidencia  del poroto en la salud y en la economía, la escasa caracterización que existe al día de hoy, su historia cultural y  su rol en el sistema  agroalimentario, el CEAP  comenzará a desarrollar una investigación multidiciplinaria- situada en la Macrozona Centro Sur, que involucra a las regiones de  O’Higgins, Maule, Ñuble, Biobío- sobre compuestos bioactivos de las variedades locales de Phaseolus vulgaris L. y sus posibles efectos en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles.

Y es que hay muchos estudios que señalan que existen importantes diferencias entre los acervos genéticos del poroto identificados en América. En este sentido, las variedades nativas de poroto en Chile representan un germoplasma diferente a los descritos en el resto de América, con particular variabilidad y adaptabilidad, lo que las convierte en un modelo de estudio óptimo para la investigación básica sobre su composición nutricional, así como sobre la genética fisiológica, molecular, entre otras.

La idea es determinar los mecanismos genéticos, moleculares, epigenéticos y celulares involucrados en la formación, acumulación y bioactividad de los compuestos bioactivos obtenidos del poroto; pero además describir el potencial de las variedades locales como alimentos funcionales, utilizando modelos de actividad metabolómica, in vitro e in vivo; y finalmente caracterizar el mecanismo de acción bioactivo de la especie   (ensayo clínico in vitro y humano) como agentes preventivos para enfermedades crónicas no transmisibles

EL proyecto, que tendrá una durabilidad de 5 años, fue adjudicado en el marco del “Concurso de Fortalecimiento al Desarrollo Científico de Centros Regionales 2020” de la Agencia Nacional de Investigación y desarrollo-ANID.

Pero el CEAP no estará solo en el desarrollo de esta iniciativa, pues para llevarla a cabo, la vinculación será clave para lograr cumplir con los objetivos trazados. De esta manera trabajarán en este estudio, 29 investigadores, todos ellos pertenecientes a distintas casas de estudio y centros de investigación del país.

De esta forma se involucrarán en el proyecto el INIA, el INTA y la la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, Facultad de Agronomía e Ingeniera Forestal de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad de Talca y la Universidad Católica del Maule.

IMPACTOS

 

  • Valorización de las variedades locales de poroto chileno en base a su composición y bioactividad.

  • Revitalización de un cultivo ancestral,

  • Rescate cultural y patrimonial.

  • Aumento del consumo de porotos, promoviendo una alimentación saludable y sostenible, Diversificación de la disponibilidad comercial de variedades nativas producidas nacionalmente.

  • Disminución del riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles.

  • Preservación de la diversidad de germoplasma como fuente de alimentos para el futuro.

  • Oportunidad de generar un Polo de desarrollo científico y tecnológico en el “corazón agrícola” de Chile.

  • El poroto es una especie clave para la Agricultura Regenerativa.

  • Valorización agrícola, nutricional e industrial, de un germoplasma nativo de Chile.

Sin duda el desarrollo de esta iniciativa se presenta como una oportunidad no solo para la salud publica y para el desarrollo agrícola económico de una zona, si no que además para el CEAP, pues podría convertirlo en un referente internacional en leguminosas nativas y cultivos nativos orientado al estudio y desarrollo de alimentos saludables.

© Centro de Estudios de Alimentos Procesados del Maule 

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